Esta es sólo una pequeña muestra de la lluvia de comentarios que he ido recibiendo a lo largo de estos nueve meses de vida de Pasión en Marrakech. A todos vosotros: ¡¡¡GRACIAS!!! Y por favor... ¡que no amaine el temporal! Vuestras opiniones son mi alimento.
"He terminado de leer
esta novela. Cuando llegó a mis manos, no sabía exactamente qué me iba a
encontrar. He de admitir que me he llevado una grata sorpresa. Lo primero que
quisiera decir, es que Pasión en
Marrakech es una novela muy bien escrita, detalle que es de agradecer. Su
estilo narrativo es moderno, ágil y dinámico, no exento de una depurada técnica
narrativa. No se anda por las ramas para contarnos la historia de Edurne, una
mujer de cuarenta y tantos que, buscándose a sí misma, realiza un viaje
concertado a Marruecos, y comienza para ella no sólo un viaje que se antoja,
según vas leyendo, que pueda ser sin retorno. La autora nos muestra un
Marruecos fascinante donde, con su destreza y creativa pluma, podemos imaginar
sus calles, sus mercados, sus desiertos, sus dunas y las inquietudes de Edurne,
alguien nada superficial que, sin saberlo, va a hacerse un debate interno y va
a deshacer de una vez por todas los males que una estricta educación religiosa
donde todo era malo o pecaminoso. Tiene que hacer un recorrido (bajo mi punto
de vista muy oportuno) por su niñez, juventud y madurez, para que el lector
sepa con exactitud cuáles son las carencias de la protagonista. Alguien que no
tardará en dejarse llevar y descubrir que la sensualidad o la sexualidad es tan
importante y necesario como comer o respirar. ¿Cómo es posible que ella
descubra su sexualidad a punto de cumplir los 50 años de edad? La descubre y
cae rendida a sus efectos beneficiosos. El caso es que cuando quiere darse
cuenta se ha enamorado perdidamente. Es una novela bien escrita donde he podido
visualizar Marruecos y sus gentes. Os puedo garantizar que en mi lista de
viajes optaré por realizar el itinerario que Mar Montilla nos describe en su
libro. Quiero felicitar a la autora por una aportación tan atractiva de lo
divino y lo humano". Ignacio Ramón Martín
Vega.
"Hola Mar. Ya terminé
el libro. A pesar de no ser asidua a este tipo de literatura he de decirte que
me ha encantado. Comencé a leer el prólogo y desde entonces me enganchó de tal manera
que cada rato que podía me dedicaba a su lectura hasta que le he dado fin. ¡¡¡Cuánta
pasión!!! ¡¡¡Felicidades!!!)". Yolanda de
las Heras.
"Pero qué me has hecho
Mar... Me estoy releyendo Pasión en
Marrakeck. Es que es hot, hot... ¡¡¡Me encanta!!!" Cristina Luquiño.
"He terminado. Me has
regalado tanto, tanto... con tu libro, tu valentía y tu hermosa personalidad.
Esto sí es un gusto conocerte y no una plana amabilidad. Que nos lleve el
destino a grandes y muchos proyectos. Gracias, Mar, muchas gracias". Mariana Salcido.
"Mar me encantó tu
libro, es bien romántico. Edurne y Rachid son maravillosos y lo demás no
digamos... yo estuve con mi esposo en esa ciudad, lo pasamos muy bien besos". Nuria Pérez Martínez.
"Me ha
encantado tu libro... muchísimo más que una novela erótica, desde luego... fácil
de leer, engancha, divierte... y además muestra el lado más oscuro del dolor
que pueden provocar los dogmas que nos inculcan, que lejos de facilitarnos la
vida, nos la coartan e impiden la felicidad de conocernos a nosotros mismos... ¡muy
buena!" Sonia Borrás Ametller.
"Querida Mar Montilla:
Hacía tiempo que quería escribirte algo más que unas líneas (ya lo hice en privado) para decirte cuanto me gustó Pasión en Marrakech. Para todo el que no lo sepa, Mar y yo somos compañeras de editorial, aunque aún no nos conocemos personalmente. Ya llegará. Todo llega en la vida. Lo primero que hice cuando supe que la editorial publicaría mi novela, fue interesarme por el resto de mis compañer@s de editorial, especialmente por las mujeres. Consideraba una norma de cortesía mínima leer lo que publicaban, aunque no las conociera de nada. Y me puse manos a la obra. Aparqué todas mis lecturas pendientes y me zambullí en un montón de libros que me esperaban y ansiaba leer. Dejé Pasión en Marrakech como última lectura. Reconozco, no lo voy a negar, que no soy lectora asidua de novela erótica. Desde mis años de juventud con Anais Nin, no volví a leer nada del género hasta la inevitable y horrorosa 50 sombras de Grey, que me dejó tan trastornada que creí no recuperarme jamás de esa pavorosa experiencia. Nada más empezar a leerla, comprendí que Pasión... no era una novela más. Había un argumento, creíble y perfectamente estructurado, como más tarde, a medida que iba pasando de página, fui descubriendo. La historia de Edurne me emocionó e incluso me recordó a un caso muy parecido de mi entorno más íntimo. Además de eso tenía el acicate de Marruecos, un país que tengo el gusto de conocer, tan atrayente, tan exótico, tan misterioso. Con ese cielo índigo y estrellado que solo puedes contemplar allí. El libro simplemente te atrapa y te cautiva, en especial por la magnífica pluma de Mar, que sabe como reflejar de manera magistral paisajes, lugares, ciudades, sensaciones, angustias, miedos e incertidumbres, y donde el toque erótico, para mí sin duda el más complicado, es elegante y en su justa medida. Una lectura que disfruté y devoré en apenas dos días, de una autora que solo con su foto ya me transmitió buenas vibraciones. Reconozco que leo mucho y soy terriblemente exigente. Con esto quiero decir que si he escrito esto, es porque me apetecía y porque es la verdad. ¡Mar ya me has ganado como lectora! Sigue y triunfarás, porque lo haces realmente bonito, compi. Un beso". Susana Cañil Herrera.
Hacía tiempo que quería escribirte algo más que unas líneas (ya lo hice en privado) para decirte cuanto me gustó Pasión en Marrakech. Para todo el que no lo sepa, Mar y yo somos compañeras de editorial, aunque aún no nos conocemos personalmente. Ya llegará. Todo llega en la vida. Lo primero que hice cuando supe que la editorial publicaría mi novela, fue interesarme por el resto de mis compañer@s de editorial, especialmente por las mujeres. Consideraba una norma de cortesía mínima leer lo que publicaban, aunque no las conociera de nada. Y me puse manos a la obra. Aparqué todas mis lecturas pendientes y me zambullí en un montón de libros que me esperaban y ansiaba leer. Dejé Pasión en Marrakech como última lectura. Reconozco, no lo voy a negar, que no soy lectora asidua de novela erótica. Desde mis años de juventud con Anais Nin, no volví a leer nada del género hasta la inevitable y horrorosa 50 sombras de Grey, que me dejó tan trastornada que creí no recuperarme jamás de esa pavorosa experiencia. Nada más empezar a leerla, comprendí que Pasión... no era una novela más. Había un argumento, creíble y perfectamente estructurado, como más tarde, a medida que iba pasando de página, fui descubriendo. La historia de Edurne me emocionó e incluso me recordó a un caso muy parecido de mi entorno más íntimo. Además de eso tenía el acicate de Marruecos, un país que tengo el gusto de conocer, tan atrayente, tan exótico, tan misterioso. Con ese cielo índigo y estrellado que solo puedes contemplar allí. El libro simplemente te atrapa y te cautiva, en especial por la magnífica pluma de Mar, que sabe como reflejar de manera magistral paisajes, lugares, ciudades, sensaciones, angustias, miedos e incertidumbres, y donde el toque erótico, para mí sin duda el más complicado, es elegante y en su justa medida. Una lectura que disfruté y devoré en apenas dos días, de una autora que solo con su foto ya me transmitió buenas vibraciones. Reconozco que leo mucho y soy terriblemente exigente. Con esto quiero decir que si he escrito esto, es porque me apetecía y porque es la verdad. ¡Mar ya me has ganado como lectora! Sigue y triunfarás, porque lo haces realmente bonito, compi. Un beso". Susana Cañil Herrera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario