domingo, 24 de febrero de 2019

Presentación de LOS OJOS DE SAÏD en el Club de Lectura de la librería Santos Ochoa






Si hay una librería de Barcelona en la que me siento como en casa, es Santos Ochoa, situada en el paseo Fabra i Puig. La descubrí gracias a Pasión en Marrakech, fue la primera en la que firmé ejemplares por Sant Jordi, en el 2014. Más tarde presenté allí esa misma novela, y ahora repito la experiencia con Los ojos de Saïd, que es mi tercer libro publicado.

Montse Blanca Juárez, la administradora de su Club de Lectura, ha captado con tanta profundidad lo que quise transmitir a través de esta obra, que voy a transcribir palabra por palabra el texto en el que describe no solo la trama, sino también el interesante debate que surgió durante esa magnífica tarde de presentación y tertulia. 

Soy consciente de que en nuestra sociedad los temas vinculados al mundo árabe y musulmán producen cierto repelús en la mayoría de las personas, por eso me resulta tan gratificante encontrar la ocasión de aclarar cosas y desmontar tópicos, que fue lo que sucedió el 21 de febrero de 2019.

Antes de entrar en materia solo me queda dar las GRACIAS a todas las personas que hicieron el esfuerzo de acudir a la cita, pese a los inconvenientes de la huelga; a Nelly, la dueña del establecimiento; y por supuesto a Montse, la organizadora del evento. 

¡Espero volver a Santos Ochoa muy pronto con material nuevo!






Texto de Montse Blanca Juárez:

«Este jueves, dentro de nuestro espacio “Presentación de autor”, hemos contado con la presencia de la escritora Mar Montilla, que ha estado con todos nosotros para hablarnos de su último libro Los ojos de Saïd.

Mar Montilla no es la primera vez que nos visita, ya que hace un tiempo la tuvimos con todos nosotros presentándonos su anterior novela Pasión en Marrakech y en varias ocasiones nos ha acompañado en el día mágico de Sant Jordi en el stand de la librería firmando sus ejemplares.

Es licenciada en Psicología por la Universidad de Barcelona, profesión que ejerce en la actualidad, pero ante todo es una gran contadora de historias, su gran sueño. Escribe desde los doce años. El primer libro que escribió, Me separé, aunque le amaba demasiado, era una novela a caballo entre un libro de autoayuda y una novela con tintes autobiográficos, donde volcó las propias experiencias personales tras su separación, entretejiéndolas con tratados, artículos y estudios sobre superación personal y autovaloración, aunque finalmente esta no sería su primera obra en publicarse. Curiosamente, Pasión en Marrakech, que fue su último libro escrito, sería el primero que llegó a las librerías, pasando por delante de Los ojos de Saïd, que es el libro que hoy nos ocupa. Mar Montilla colabora también escribiendo artículos para la revista CÉ CHIC.





Los ojos de Saïd nos cuenta la historia de amor de Sara, una joven periodista española, y Saïd, estudiante marroquí que ejerce de traductor en el mismo medio informativo en el que trabaja Sara. De la mano de estos dos personajes vamos a vivir las dificultades que tienen que afrontar en su día a día las parejas multiculturales. Tendrán que salvar los prejuicios preestablecidos en sus respectivas culturas, intentando respetar sus creencias y comprender sus diferentes formas de afrontar la vida. Una historia de amor, sensualidad y erotismo, pero también una historia llena de olores y sabores, tradiciones y costumbres, que nos acerca a la cultura árabe y al islam, algo de lo que los occidentales tenemos un gran desconocimiento.

Como siempre, la primera pregunta que se hace imprescindible a la hora de dar comienzo a estos encuentros, es la motivación que lleva al autor a escribir una historia determinada.





Mar Montilla nos comentó que tenía la necesidad de poner sobre el papel las propias experiencias que estaba viviendo ella misma en aquellos momentos. Por aquel entonces estaba casada con un hombre de procedencia marroquí y eran muchos los prejuicios establecidos con el que ambos se encontraban dentro de sus propios círculos sociales, la dificultad de llevar adelante su relación frente a las presiones externas. De hecho, como ella misma comenta en su libro con una frase muy contundente: “Una cosa es escribir sobre diferencias culturales y otra experimentarlas en tu propia piel”. Quería dejar constancia de las dificultades con las que se encuentran todas las parejas multiculturales, sobre todo las que son de culturas tan opuestas y con creencias religiosas tan diferentes, que tiene que luchar, no solo con los prejuicios de su entorno, sino con los suyos propios. De cómo estas parejas afrontan planes en común y de qué manera llevan adelante la propia aceptación de sus diferentes formas de ser y de pensar.





De todas formas se confiesa como una persona que, tal y como se ha visto en sus otras publicaciones, utiliza la escritura como un medio de canalizar las emociones y los sentimientos que experimenta en su vida diaria. Es algo que le sale espontáneamente sin necesidad siquiera de replanteárselo. Cuando se pone ante un papel con la intención de escribir esas experiencias fluyen.

Cuando escribió su primer libro Me separé, aunque le amaba demasiado, que aborda una experiencia muy importante de su vida, acababa de pasar por una separación dolorosa, para ella fue como una catarsis poder sacar al exterior todo lo que le oprimía, en ningún momento afrontó la escritura de este libro con la intención de hacer un tratado de autoayuda, sino que fue por una necesidad propia que más tarde quiso compartir con otras personas, aunque tendría que pasar algún tiempo antes de que este libro viera definitivamente la luz.





Según nos comentó la propia autora, algo confirmado por casi todos los autores que han pasado por nuestro espacio “Presentaciones de autor”, el mundo editorial no es nada fácil y muy complicado para los escritores que quieren abrirse paso en este entorno. Muy pocos son los que tienen la suerte de poder dedicarse íntegramente a su profesión sin tener que estar compartiendo espacio con otras actividades más lucrativas, por lo que en muchas ocasiones, no guarda ninguna relación el momento en el que se escribe un libro con el momento en que es publicado. Por esa razón, muy a menudo, y como es su caso, algunas narraciones se ven obligadas a permanecer unos cuantos años guardadas en el cajón una vez finalizadas.





Sin embargo, Los ojos de Saïd pudo publicarse en su momento por una editorial muy conocida en el mundo literario, pero por algunas diferencias de opinión, el acuerdo no llegó a concretarse, por lo que tuvo que pasar un tiempo en stand bite antes de ser publicada y de que los lectores pudiéramos tener acceso a ella. Tras la publicación de Pasión en Marrakech, novela que tuvo más suerte que las anteriores, cuando Mar Montilla pudo darse a conocer como escritora en el mundo literario, fue cuando por fin Los ojos de Saïd pudieron ver la luz. Por otra parte, su novela Me separé, aunque le amaba demasiado también tuvo que permanecer en barbecho algún tiempo y al final tuvo que ser la autopublicación la que lo hiciera posible.





Los ojos de Saïd, como ya nos había explicado la autora, fue escrita en una época muy determinada de su vida, cuando la relación, con el que en aquel momento era su marido, saboreaba las mieles del amor y de la felicidad, pero debido a ese tiempo en el tuvo que estar en espera de ser publicada, sus circunstancias personales ya habían cambiado y dado un drástico giro. Aquella relación idílica había tenido un final inesperado, y fue entonces, cuando la historia, basada en aquel amor, no autobiográfica, como nos recalca la autora, fue publicada. Sin embargo, a Mar Montilla en ningún momento se le ocurrió cambiar nada de lo que había volcado en su momento en aquellas páginas, ya que tenía muy claro que era una experiencia vital que había vivido y que formaba parte de su historia, a la que estaba muy agradecida, a pesar de su doloroso final, porque gracias a ella había aprendido el valor de muchas cosas, a tener una visión más abierta del mundo, a ser más tolerante y a perder la mayoría, por no decir todos, los prejuicios que tenía sobre las personas de procedencia árabe, es más, de la procedencia de cualquier persona.





A la pregunta de una de las personas presentes en el encuentro, de si con la perspectiva del tiempo transcurrido, y tras lo sucedido, no le hubiera gustado cambiar el final tan idílico y romántico de su novela, la autora comentó, que ni se le había pasado por la mente, ya que una novela romántica no puede tener más que un final romántico, que al fin y al cabo es lo que esperan los lectores, pero que de cualquier manera, ese era el final que había visualizado, y aunque en su caso personal no había acabado siendo ni tan idílico ni tan romántico, era el que los protagonistas de su novela merecían. Indudablemente, que si en estos momentos tuviera que escribir esa misma historia, no la escribiría en los mismos términos, porque también su experiencia con el paso del tiempo se ha ampliado y tiene una visión mucho más completa.

En relación a los personajes que comparten protagonismo en su novela: Sara y Saïd, Alicia y Nadir, Mar nos comentó, que si bien los dos primeros están basados en ella misma y su pareja de aquel entonces, las cosas que les ocurren son de ficción. No es el mismo caso de Alicia y Nadir que son totalmente inventados, y por una razón muy concreta. Con una pareja irreal podía dar rienda suelta a toda su imaginación e introducir los momentos eróticos que aparecen en el libro, salvaguardando el pudor de sus personajes principales, aunque para crear el personaje de Nadir había utilizado algunos rasgos de una persona real.

Al hilo de esta cuestión se le preguntó a la autora por ese componente de erotismo y sensualidad que aparece en sus novelas, y que si eso era algo inherente al exotismo de la cultura árabe. A lo que Mar nos confirmó que, si bien esta cultura es muy pudorosa a la hora de expresar emociones en público, y que hacen una separación muy radical entre hombres y mujeres en las conversaciones que versen sobre sexualidad, en la intimidad las relaciones sexuales tienen esos componentes de erotismo y sensualidad muy presentes, donde se busca la satisfacción de ambos miembros de la pareja. Algo que culturalmente las madres trasmiten a las hijas y los padres a los hijos.





Otros de los temas que se abordaron, fue sobre el concepto de machismo que se tiene en la sociedad occidental respecto a la sociedad árabe. Concepto, que tal y como se demostró en el debate que se abrió en ese momento entre las personas presentes en el encuentro, no es algo alejado de nuestra propia cultura, sino que se sigue perpetuando en la actualidad, tal y como Mar Montilla resalta en su libro respecto a Sara y su propia familia. Un padre autoritario y dictatorial y una madre sumisa que acata y vive para satisfacer al marido, con unos hermanos que son copias exactas de sus padres. Comportamiento no tan residual en nuestro propio entorno, ya que se puede encontrar incluso en las grandes ciudades donde la población es de mente más abiertas, y con más fuerza, en muchos pueblos de nuestra geografía.





El debate se extendió hasta el papel que juega, dentro de su sociedad, la mujer musulmana en el más amplio sentido de la palabra, donde son las propias mujeres las que continúan perpetuando esa mentalidad cerrada y dando alas al comportamiento machista, ya que son las primeras en juzgar, censurar y condenar a las mujeres que intentan cambiar este estado de cosas y que se rebelan contra las normas establecidas, justificando, a la misma vez, el papel de los hombres. Hombres a los que se les está permitido, aunque no sea bien visto, casarse con infieles y tener hasta cuatros esposas, mientras que las mujeres árabes jamás pueden casarse con un infiel, solo les es permitido el enlace con musulmanes, y por descontado, con un solo hombre. También son las mujeres las que han de demostrar un comportamiento ejemplar según unas reglas muy estrictas y vestir adecuadamente según estas mismas reglas, algo que en ningún momento se les exige a los hombres.

Al hilo de este comentario también se debatió el papel de los protagonistas Sara y Saïd, donde él, sin imponerse, pero muy sutilmente, va haciendo sugerencias de cómo ha de comportarse, de cómo vestirse para no ofender, de lo que es correcto y de lo que no lo es, tratándola de diferente manera si hay musulmanes cerca, algo que hará que Sara altere su propia forma de ser. También será ella la que tendrá que hacer todas las concesiones en la relación, incluso en lo referente a posibles hijos que puedan tener en un futuro. Para dar más claridad a estas dificultades con las que se encuentran las parejas multiculturales, se leyó un pasaje del libro que lo concretiza muy bien. Dicho pasaje está extraído de un artículo publicado en un medio de comunicación que Mar Montilla incorporó a la novela tras la autorización de su propia autora, y que se puede encontrar en el capítulo 15 pág 89.





Otras de las cuestiones que aborda el libro es el papel de la madre dentro de la sociedad árabe, en concreto de la marroquí, donde es la máxima autoridad en lo que se refiere a los asuntos familiares, y más cuando el padre ha fallecido, donde incluso los miembros masculinos de la familia le deben respeto y obediencia.

En su libro también se hace mucha referencia al islam y la filosofía de vida que representa, como un estado de paz interior y de respeto por toda la vida existente, algo que choca mucho al lector que no tiene demasiado conocimiento sobre esta creencia religiosa, salvo por lo negativo que llega a través de los medios de comunicación en referencia a los hechos violentos y dramáticos que se cometen en nombre del islam. Mar Montilla comentó, que si bien no había leído por completo el Corán, ya que la traducción al español incurre en muchas inexactitudes, algo que le pudo confirmar el que en aquel momento era su pareja, en lo que había alcanzado a leer no había encontrado ninguna referencia a la violencia, aunque como sucede en los libros sagrados de otras religiones, todo depende de la interpretación que quiera dársele, es más, en el Corán, no se hace referencia a que la mujer sea inferior al hombre, sino todo lo contrario, que ha de ser tratada como una igual.

Mar nos comentó que los prejuicios occidentales tienden a poner dentro del mismo saco a todos los musulmanes, cuando la mayoría son personas normales y corrientes que condenan todo tipo de violencia y a los que les duele muchísimo cualquier hecho violento que se comete en nombre de su dios o de su religión. Por eso en su libro también quiso introducir el escenario del 11M y el sentimiento de rechazo que se creó en aquel momento con toda la comunidad musulmana, algo que cada vez se está extendiendo más debido a todos los acontecimientos terroristas que han ocurrido desde entonces.

Otra de las curiosidades que despierta la lectura del libro a las personas que no estamos suficientemente informadas sobre esta cuestión es el Ramadán. Qué es, qué significado tiene dentro del islam y cómo lo vive la mujer occidental que convive con un musulmán que lo practica. Mar Montilla nos ilustró muy bien sobre todos estos conceptos que suscitaban curiosidad, y la verdad es que fue muy interesante todo lo que compartió con los asistentes.

Llegando ya al final del encuentro otra de las preguntas que se hacen imprescindibles es la de los proyectos futuros que Mar Montilla tiene en el tintero en estos momentos. La autora nos confesó que son dos los proyectos que tiene, ambos bastante adelantados, pero a los que aún les falta un tiempo para estar finalizados. Uno de ellos tendrá algo que ver con la situación vivida tras su separación, pero el otro no tiene nada que ver con los anteriores, aunque sí que aparecerá un personaje marroquí, y está ambientado durante la guerra civil española. Una novela que comenzó a escribir antes de su separación, que dejó aparcada durante un tiempo para dedicarse al otro proyecto, pero que ahora ha vuelto a retomar con mucha ilusión. Algo de lo que todos los presentes nos alegramos, ya que tendremos la oportunidad de seguir leyendo historias interesantes de la mano de esta autora.





Y como siempre, una vez concluido el intercambio de toda esta información tan interesante y enriquecedora, pasamos a nuestra clásica foto de familia para el recuerdo y la firma de libros por parte de la autora.

Desde aquí, ya solo nos queda dar las gracias a Mar Montilla de parte de todos los asistentes al encuentro y del equipo profesional de la librería Santos Ochoa, por haber compartido con todos nosotros parte de su preciado tiempo.»







3 comentarios:

  1. Leí hace algunos meses "Los ojos de Saïd", junto a los otros dos libros de Mar Montilla. Son historias que te atrapan desde el primer momento y, a pesar de ser tres lecturas, las terminé en tan solo dos semanas.

    Después de leer este testo de Montse, no puedo sino felicitarla por todas las conclusiones que ha sacado, tanto de la lectura como de la presentación.

    Empezaré diciendo que "Los ojos de Saïd" cuenta la historia de dos tipos de parejas muy reales y actuales. Por un lado, existen muchas parejas idílicas como lo pueden ser Sara y Saïd a pesar de los contratiempos que tienen superar. En el lado opuesto, hay muchos Nadir vagando por occidente, viviendo la vida con la libertad que Alicia necesita para no verse atada y que a él le encaja a la perfección.

    A veces por desconocimiento y, en otros casos influenciados por los comportamientos de algunos árabes, existe un cierto recelo a pensar mal de ellos, a generalizar. Ni todos son machistas, ni todos son mujeriegos, ni el islam aprueba todos los comportamientos que se ven a pie de calle. Es por eso que, historias como la que nos transmite Mar Montilla, merecen la pena ser leídas.
    Mar nos cuenta lo que ella misma ha podido descubrir, bajo su experiencia, desmontando muchos mitos. Es capaz, además, de adentrarnos en los prejuicios que tenemos que soportar por acercarnos a una religión o cultura diferente a la nuestra. Incluso consigue dejar la evidencia de que el machismo, más allá de religiones o culturas, existe en cualquier lugar y según las personas.

    La escritura es una práctica muy terapéutica. Quizás, por eso, los autores solemos volcar nuestras emociones y crítica social en nuestros textos. Es una forma de gritarle al mundo lo que en el contexto cotidiano tenemos que callar.

    Mi más sincera enhorabuena a la autora por esas maravillosas historias que transmite, pero también por su cercanía para con sus lectores, siempre abierta al debate y a responder todo aquello que se pueda cuestionar. Y mi enhorabuena también a Montse por haber captado tantos conceptos e ideas en un encuentro con la autora.

    Seguiremos esperando tus nuevas historias, Mar.
    Un gran abrazo.
    Laila

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  2. Gracias por tu opinión, Laila, que viniendo de una musulmana tiene para mí aún más valor, porque sabes de qué hablo. ¡Ojalá hubieras estado en la presentación! Espero que coincidamos en algún evento y podamos participar juntas en debates tan interesantes como el que se creó el pasado jueves. Un abrazo, compañera de letras.

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  3. Fue una tarde bonita, una presentación entrañable, y un lugar cálido. Los ojos de Saïd, novela romántica donde el amor y el desamor se ponen en una balanza, también es la interpretación de los prejuicios hacía otra cultura y otra religión. Una delicia de lectura. Enhorabuena, Mar.

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